Consolándome del llanto

Estuve junto a Don Quijote y pude oír 

su último estertor que pedía locura y vida.

Por la tristeza y la ignorancia fui asesinado 

junto a Federico escribiendo esta elegía.

Las balas que mataron a Guevara

van matando diariamente lo peor de mí.

Luché en Malvinas porque he sentido

la tierra tapándome el cuerpo cada II de abril.

He muerto tantas veces como han muerto los que quiero.

Puede que la vida sea vivir con ellos mirando lo que vieron.

La voluntad de la esperanza

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