«El Reino Unido aceptaría negociar la soberanía de las Islas Malvinas con La Argentina si los isleños lo solicitasen. En esto mismo reconocen una situación especial y de colonialismo, porque, ¿aceptarían ellos que los habitantes de Dover quisieran ser franceses? O lo que siempre digo: ¿qué hay si llenamos el Palacio de Buckingham de argentinos y les preguntamos a quién quieren que pertenezca el rancho de la reina?»

«Somos atacados por aviones ingleses en latitud 52 grados 45 minutos y longitud 58 grados 02 minutos. Tenemos heridos graves… El pesquero se está hundiendo, nos quedan 30 minutos a flote. Hemos lanzado al agua un bote color naranja para los heridos graves. En los botes no tenemos radio… abandonamos el buque 25 hombres, falleció uno de los heridos. El avión inglés nos sobrevoló atacando y destrozando las balsas… Resta un bote para los 25 que quedamos. Requerimos ayuda urgente… Hunden el bote que queda. Nos arrojamos al agua. Viva la Patria».

Asterio Wagatta

Capitán del Narwal en 1982

En el próximo debate presidencial debería hablarse de Malvinas para foguear al candidato, y demostrar luego en los hechos quién ama más a la bandera 🇦🇷 y a su patria. El resto de las propuestas vendrán, claramente, por concordancia y en añadidura.

Carta de Juan José Ramón Falconier

“A Ñequi y Mononi: 

Su padre no los abandona, simplemente dio su vida por los demás, por ustedes y vuestros hijos… y los que hereden mi Patria. 

Les va a faltar mi compañía y mis consejos, pero les dejo la mejor compañía y el más sabio consejero, a Dios: aférrense a Él, sientan que lo aman hasta que les estalle el pecho de alegría, y amen limpiamente, que es la única forma de vivir la «buena vida», y cada vez que luchen para no dejarse tentar, para no alejarse de Él, para no aflojar yo estaré junto a ustedes, codo a codo aferrando el amor. 

Sean una «familia», respetando y amando a mamá aunque le vean errores, sean siempre sólo «uno», siempre unidos. 

Les dejo el apellido: Falconier, para que lo lleven con orgullo y dignifiquen, no con dinero ni bienes materiales, sino con cultura, con amor, con belleza de las almas limpias, siendo cada vez más hombre y menos «animal» y por sobre todo enfrentando a la vida con la «verdad», asumiendo responsabilidades aunque les «cueste» sufrir sinsabores, o la vida misma. 

Les dejo muy poco en el orden material, un apellido «Falconier», y a Dios (ante quien todo lo demás no importa).

Papá 

PD: para que mis hijos lo lean desde jóvenes y hasta que sean viejos, porque a medida que pasen los años, adquieran experiencia, o tengan hijos, le irán encontrando nuevo y más significado a estas palabras que escribí con amor de padre”. 

“Me animo a decir que, el 2 de abril de 1982, todo el pueblo argentino y latinoamericano interpretó y concurrió a ese acontecimiento providencial, menos la dirigencia cipaya que prefirió, rápidamente, distorsionar la sucedido, terminando posteriormente, de rodillas y pidiendo perdón a sus amos.”

Mohamed Alí Seineldín