Si el otro supiera

¿Necesitarte? Yo no te necesito 

porque niego cada uno de los suspiros 

que susurran tu nombre en mi corazón, 

porque confundo a cada uno de los gemidos 

con represiones cobardes intentando convencerlos 

que yo, que yo no te quiero. 

Pero es mentira, porque es verdad 

que muchas veces te llamo sin que me escuches 

o sin atreverme a que me oigas. 

Porque muchas veces no encuentro argumentos 

para explicarme por qué no estás 

llenando este vacío de impotencia 

por no tenerte cuando quiero 

o por temerte escuchando 

las razones por las cuales yo te quiero. 

¿Que te necesito? No, si solamente 

deseo estar contigo cuando tú, 

cuando tú también quieres estar conmigo;

cuando no, tampoco yo te quiero. 

Y si nunca nos decimos cuánto nos queremos, 

yo no te querré tanto como digo 

ni tú me querrás a mí como insinúas 

pero nunca has dicho que me quieres.

Tin Bojanic

FUI YO

Miren al poeta

El poeta no toma vino,

bebe parsimoniosamente la sangre de Cristo.

El poeta no come,

devora a la vida con pasión.

El poeta no fuma habanos,

hace señales de humo para otros pueblos.

El poeta no mira a las mujeres,

hace que ellas lo miren a él.

El poeta no tiene relaciones sexuales,

protege a la mujer con su cuerpo.

El poeta no regala flores,

prefiere verlas vivir naturalmente.

El poeta no camina,

avanza bailando tango.

El poeta no habla,

siempre está recitando.

El poeta no duerme,

sueña.

El poeta no tiene amigos,

se rodea de hermanos.

El poeta nunca está encerrado,

es un escapista profesional.

El poeta no sabe obedecer,

es un obsesivo libertador.

El poeta no cree en el Cielo,

jura haberlo visto.

El poeta es un guerrero,

da la vida por la paz.

El poeta no escribe,

derrama su sangre.

El poeta no muere,

se va a vivir con Dios.

LIBRO «FUI YO»

Acuchulados

Vente,
Por la ruta que navegan las cigüeñas
Con el fruto de ternura donde hablan
Para avivar aquello necesario que me falta
Que nos confirme ser ejemplo que se aman. 

Vente,
Con la risa que confunde extensiones de los aros
Y la huella de tus manos que mis ojos ven cerrados
Que yo estaré esperando en la cosecha de mi vida
Tenerte acuchulada en tierra con tus aires ya soñados. 

Vente,
Para reconocerme que soy quizá algo bueno de lo loco
Comprobando no es casual esa rareza que me quieres
Por haberte esperado igual de impaciente tan y solo
De poder ser tu refugio al seguir tus alas cuando eleven.