“La humildad es la base y fundamento de todas las virtudes, que sin ella no haya alguna que lo sea. Ella allana inconvenientes, vence dificultades, y es un medio que siempre a gloriosos fines nos conduce; de los enemigos hace amigos, templa la cólera de los airados y menoscaba la arrogancia de los soberbios; es madre de la modestia y hermana de la templanza; en fin, con ella no pueden atravesar triunfo que les sea de provecho los vicios, porque en su blandura y mansedumbre se embotan y disputan las flechas de los pecados”.

Miguel de Cervantes Saavedra

“Soñar lo imposible soñar. Vencer al invicto rival. Sufrir el dolor insufrible. Morir por un noble ideal. Saber enmendar el error. Amar con pureza y bondad. Querer en un sueño imposible, con Fe una estrella alcanzar. Ese es mi afán, y lo he de lograr, no importa el esfuerzo no importa el lugar. Saldré a combatir y mi lema será defender la virtud aunque deba el infierno pisar. Porque sé que si logro ser fiel a tan noble ideal, dormirá mi alma en paz al llegar. El instante final. Y será este mundo mejor, porque yo, sin rendirme jamás, busqué, en mi sueño imposible, poder una estrella alcanzar”.

Lunea

A Miguel de Cervantes Saavedra

Tiene algo de luna 

y se le parece tanto a Dulcinea

que sería mejor que Miguel la viera

para describir con precisión su inigualable preciosura.

Si alguien como yo sintiera su frescura

se vería envuelto en el siguiente dilema,

amarla hasta morir o impedir que se nos muera,

recién entonces comprenderían mi apasionada locura.

No hay mujer que posea su ternura

ni ha nacido ni vendrá al mundo otra semejante

porque Dios crea una estrella tan brillante

sólo una vez, cuando decide despojarse de mesura. 

Enamorarse es la aventura

más romántica que la vida tienta

convirtiéndose en la razón y causa para que no mienta

que querré su nombre como epitafio en mi sepultura.

Tiene algo de luna

y se le parece tanto a Dulcinea

que tiene por nombre Lunea

y por amante un soñador abrazado a su cintura.