El libro

«El libro es el más sorprendente entre los múltiples instrumentos del hombre. Los otros son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono, una extensión de su voz. Pero el libro es una de las posibilidades de felicidad que tenemos los hombres”. 

Jorge Luis Borges

La inmortalidad

«La inmortalidad está en la memoria de los otros y en la obra que dejamos. (…) Sé muchos poemas anglosajones de memoria. Lo único que no sé es el nombre de los poetas. ¿Pero qué importa eso? ¿Qué importa si yo, al repetir poemas del siglo IX, estoy sintiendo algo que alguien sintió en ese siglo? Él está viviendo en mí en ese momento, yo no soy ese muerto. Cada uno de nosotros es, de algún modo, todos los hombres que han muerto antes. No sólo los de nuestra sangre».

Jorge Luis Borges

“Un escritor, o todo hombre, debe pensar que cuanto le ocurre es un instrumento; todas las cosas le han sido dadas para un fin y eso tiene que ser más fuerte en el caso de un artista. Todo lo que pasa, incluso las humillaciones, los bochornos, las desventuras, todo eso le ha sido dado como arcilla, como material para su arte; tiene que aprovecharlo. Esas cosas nos fueron dadas para que las transmutemos, para que hagamos de la miserable circunstancia de nuestra vida, cosas eternas o que aspiren a serlo”.

Jorge Luis Borges

El tiempo de toda naturaleza

Nos miramos por un tiempo que no llegué a medir. Emocionados por habernos descubierto contemplamos en el otro un espejo mágico de alegría.

Libertario – Dejame guiarte. Mis refugios arbóreos pueden darte lo que buscás.

Yo – ¿Y qué hay de vos? ¿No llegaste a hablar con Jorge Luis cuando estuvo aquí?

Libertario – Quizá mi aspecto grisáceo confunda mi apariencia y lo mal interpretes como canas de cabello de hombre, pero aún soy muy joven.

Yo – No quise ofenderte…

Libertario – No te preocupés, el paso del tiempo es certero. Mis padres siempre me recordaron una frase de quien buscás que reza: “El tiempo está viviéndome”.

Yo – Nada escapa al tiempo. Ningún poder logró detenerlo. 

Libertario – Para las aves el tiempo es más importante que “esa desconocida y ansiosa y breve cosa que es la vida”. Nuestra capacidad de volar nos hace sentir ya parte del Cielo. Por ello nos preocupa más de qué manera vivir este parpadeo existencial en este universo. “Sólo perdurarán en el tiempo las cosas que no fueron del tiempo”.

Yo – Estoy a tus órdenes amigo mío.

Le sonreí y él inició de nuevo sus piruetas aéreas, confirmando que ésa era su agotadora forma de sonreír. No parecía extenuarse y, cuando volvió a posarse en mi hombro, no lo hizo para descansar sino para que yo no intentase con mis torpes brazos imitarlo.

Volví a caminar y Libertario me pidió que descendiese a la calle; porque si continuábamos por la vereda no iba a poder evitar detenerse a saludar en todos los árboles a sus amigos.

Continuamos el recorrido por el empedrado de Malvinas, cruzando la segunda intersección de Cosmos hasta llegar a la calle Avellaneda (o Poética). En esa esquina saltó de mi hombro lanzándose en picada y aterrizó en uno de los adoquines de la calle. Con su cabeza me indicaba que me acercara a donde él caminaba en círculos delimitando una sorpresa.

Me arrodillé, apoyando mis manos en el empedrado, y acerqué mi vista a ese lugar que mi compañero señalaba. Encontré escrito: “He dicho asombroso donde otros dicen costumbre”.