“Así como Madrid representaba para mí la catedral donde brindaron sermón los grandes poetas, Granada, entonces, fue como conocer la pureza de un pesebre donde se puede sentir la autenticidad del poema que irrumpe en la vida en canto enamorado. También, por allí, en La Alhambra, pude darme el gusto como poeta de subir una Escalera de Agua”.
Tin Bojanic