Yo sé que allí,
allí donde tú dices,
vuelan las alas del agua
como palomas de escarcha
y el mar no es azul
sino el vuelo de tu imaginación.
Las nubes callan palabras
y el cielo no dice nada
y el sol es un sol
transparente como tu corazón.
Las ciencias no son exactas
porque es eterna la infancia
y el fin no es el fin
porque no acaba lo que no empezó.
No existen hombres que mandan
porque no existen fantasmas
y amar es la flor
más perfecta que crece en tu jardín.
Que aquí, tú ya lo ves,
es Albanta al revés”.
Luis Eduardo Aute