El aire que sucede se transforma como intentando alumbrar la escena, cuando tu gesto suave sorprende mi quietud serena.
En aquel reflejo que te observa esta mirada decidida, va tiernamente, que no sólo está el instinto animal, también el dulce corazón irracional
Que ninguno ni ambos están tan mal si el impulso y reflexión piden Amar.
Tus palabras las recibo delicadamente con mis manos protegiéndolas del viento.
Por ser tan suaves temo y siento que no pueda contenerlas, que mi caricia no las seduzca y sigan volando suavemente como el libre destino de puro sentimiento.
ARREBATOS INCONCLUSOS